Después de 10 años de crecimiento constante de los ingresos, la industria del fitness perdió 29.200 millones de dólares -con una "B"- en ingresos desde marzo de 2020 hasta junio de 2021. Esto supone un descenso del 52% respecto a 2019, sin que sea culpa suya. Simplemente no había opciones viables para que los gimnasios mantuvieran algún ingreso mientras estaban cerrados durante varios meses.
¿Vuelve la gente a los gimnasios?
IHRSA ha trabajado con socios de la industria y empresas de información global para seguir la opinión de los estadounidenses sobre sus rutinas de fitness y los gimnasios a lo largo de la pandemia. Sí, la gente está empezando a volver -y quiere volver- a los gimnasios y estudios.
Una encuesta reveló que el 95% de los asistentes al gimnasio echaron de menos al menos un aspecto de ir a su gimnasio en persona, y el 94% de la gente dijo que volvería a su gimnasio en alguna medida después de la pandemia.
En una encuesta realizada en junio de 2021 a más de 2.000 estadounidenses en los principales mercados de Estados Unidos y en todas las regiones del país, casi el 50% tiene previsto volver a ser socio de un gimnasio en los próximos 6-12 meses.
¿Son seguros los gimnasios?
Los gimnasios siguen las mejores prácticas de seguridad. La IHRSA, junto con cientos de miles de gimnasios, clubes de salud y estudios en todo el mundo, están -y siempre han estado- dedicados a proporcionar lugares seguros para que los miembros alcancen sus objetivos de salud y bienestar. Además, las investigaciones realizadas a lo largo de la pandemia siguieron demostrando una y otra vez que los gimnasios no suponían un riesgo adicional de transmisión del COVID que cualquier otro espacio público. Aun así, incluso si un socio diera positivo, los gimnasios disponían de protocolos de seguridad y medidas de rastreo de contactos para minimizar la exposición y el riesgo para los demás socios y el personal.
Los gimnasios incluso reforzaron sus directrices de limpieza y procedimientos de seguridad, y los datos mostraron que los clubes no eran culpables de la propagación del COVID-19. Incluso los médicos han intervenido para promover el impacto positivo que las instalaciones de fitness aportan al público, especialmente en una época en la que la actividad física puede ayudar a mitigar los peores síntomas y casos de COVID-19.
¿Conseguirá el sector del fitness un alivio financiero?
La National Health & Fitness Alliance ha reunido el apoyo de más de 100.000 personas -desde miembros de clubes hasta profesionales del fitness y expertos médicos, entre otros- en apoyo de la Ley GYMS. Este poderoso movimiento ha conseguido 150 patrocinadores del proyecto de ley en la Cámara de Representantes que apoyan la ayuda que nuestra industria necesita desesperadamente.
Los gimnasios estadounidenses son una parte vital de la solución para garantizar que Estados Unidos no vuelva a sufrir un año como el de 2020. A finales de 2020, uno de cada cinco gimnasios ya había cerrado de forma permanente, y decenas de miles más siguen en riesgo sin el mismo acceso al alivio proporcionado a los restaurantes y locales.
La industria no debe quedarse atrás de nuevo.
El Congreso tiene que proporcionar el mismo alivio financiero que dio a las industrias afectadas de manera similar para asegurar que las instalaciones de fitness de Estados Unidos sobrevivan.