"No se puede gestionar lo que no se puede medir". La cita pertenece a W. Edwards Deming, el estadístico y experto en control de calidad al que se atribuye el lanzamiento del movimiento de Gestión de la Calidad Total (TQM) de finales de los 80 y principios de los 90.
¿La cuestión? Si no puede supervisar lo que ocurre en su operación, crear conocimientos en torno a ella y luego actuar en función de esos conocimientos, no podrá maximizar su negocio ni optimizar sus ingresos.
Una forma de hacerlo es a través de las herramientas de gestión del flujo de trabajo. Entre las principales ventajas de la tecnología de gestión del flujo de trabajo, señala ScienceDirect la revista, es la integración y los informes en tiempo real. Una plataforma de flujo de trabajo digital tiene la capacidad de aprovechar todos los datos que su empresa produce a través de sus procesos, hacer visibles todas las partes de su organización y crear informes con perspectivas orientadas a mejorar y acelerar las decisiones empresariales.
Otras ventajas de las herramientas de flujo de trabajo son la mejora de la eficiencia general gracias a la automatización, la mejora de la responsabilidad y la visibilidad en toda la empresa, la reducción de errores, la racionalización de los procesos, un mayor control, escalabilidad y flexibilidad, la mejora de la comunicación y la mayor motivación de los empleados.
Flujo de trabajo y generación de clientes potenciales
Las herramientas de flujo de trabajo pueden ser especialmente importantes para la generación de clientes potenciales y la retención de miembros.
"Si utilizas las herramientas de flujo de trabajo de forma pragmática, tienes un punto de referencia para medirte, no sólo internamente sino también con otros clubes de tu cadena y más allá", explica Tom Kemp, responsable de nuevos negocios e implementación de Exerp.