Por qué la obesidad es una crisis de seguridad nacional

Las fuerzas armadas estadounidenses luchan por disponer de una fuerza de combate en buena forma física. Los líderes militares esperan que la industria del fitness pueda ayudar a resolver el problema en sus comunidades.

La obesidad se ha convertido en un problema acuciante que no sólo afecta a la salud individual, sino también a la seguridad nacional de Estados Unidos.

Alrededor del 68% del personal militar estadounidense en activo tiene sobrepeso o es obeso, y un asombroso 57% de los estadounidenses de entre 18 y 25 años se enfrenta a problemas similares, lo que repercute en el reclutamiento de todas las ramas del ejército.

Estas cifras, destacadas en una carta de la organización no partidista American Security Project al Departamento de Defensa (DoD), ponen de manifiesto la magnitud de esta crisis.

Aunque algunas estimaciones de las cifras de reclutamiento sugieren una tendencia al alza por diversas razones (incluida la relajación de las normas de aptitud física), el sector del fitness tiene una oportunidad única para convertirse en un actor clave a la hora de abordar este problema para el reclutamiento militar, la preparación y la salud pública en general. Al defender iniciativas rigurosas de salud y forma física, colaborar con las comunidades locales y apoyar a los futuros reclutas, los gimnasios y los estudios pueden desempeñar un papel decisivo en el aumento de la preparación militar y el refuerzo de unas fuerzas más sanas y resistentes.

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Los gimnasios pueden prestar un importante apoyo a los primeros intervinientes en sus comunidades.

La crisis creciente: Obesidad y preparación militar

El coste económico de la obesidad para las fuerzas armadas estadounidenses es enorme: el Departamento de Defensa gasta más de 1.500 millones de dólares al año en atención sanitaria para militares y ex militares afectados por la obesidad.

Pero la crisis va mucho más allá de la economía.

La disminución del número de jóvenes reclutas físicamente aptos ejerce una presión sin precedentes sobre los reclutadores militares y los sistemas de formación.

Rob Wilkins, sargento mayor retirado de las Fuerzas Aéreas estadounidenses y antiguo miembro del President's Council on Sports, Fitness & Nutrition, reflexiona sobre este problema: "Es increíble que, después de todos estos años, una población tan limitada pueda prestar servicio a causa de la obesidad y la inactividad. Basta pensar en las ramificaciones para la sociedad en general".

Wilkins habló sobre el tema en el Fly-In 2024 de la HFA y en la Cumbre de Defensa, y participó en un panel en The HFA Show 2025 instando al sector a ser más proactivo a la hora de ayudar a los reclutas y a los miembros en activo a encontrar lugares para hacer ejercicio.

Los efectos del deterioro de la forma física de los reclutas son graves y de largo alcance. Los miembros del servicio que ingresan en el ejército sin un nivel de forma física suficiente tienen más probabilidades de sufrir lesiones o complicaciones de salud, lo que dificulta aún más el cumplimiento de las exigencias físicas de la vida militar.

"Si los reclutas no han hecho ejercicio durante semanas, meses o incluso años, es probable que sus cuerpos se descompongan durante el entrenamiento básico", explica Wilkins. "Es crucial que empiecen a ponerse en forma incluso antes de llegar al campo de entrenamiento".

"Se trata de una cuestión de seguridad nacional. Si no tenemos gente capaz de servir -no sólo en el ejército, sino como policía, bomberos y personal de emergencias- vamos a tener un problema."

Rob Wilkins

El papel crucial del sector del fitness en la sanidad militar

Dado que muchos militares carecen de acceso a aparatos de ejercicio, el sector civil del fitness puede ser un poderoso aliado para hacer frente a la crisis de obesidad. Wilkins considera que los gimnasios son instalaciones de entrenamiento y centros comunitarios que pueden impulsar un cambio significativo.

"Vivimos en un país increíble", afirma Wilkins. "Pero la salud de nuestro país es vital. Sin ella, no podemos asegurarlo".

Cree que los profesionales del fitness -desde los propietarios de gimnasios a los entrenadores personales- son esenciales para salvar la distancia entre la preparación militar y el fitness de la comunidad. Menciona tres formas de mejorar la forma física de los militares.

1. Implicar a los jóvenes desde el principio para lograr un cambio duradero

Wilkins subraya la importancia de llegar pronto a los jóvenes para combatir la obesidad. "Es más difícil que el mensaje cale si los niños no lo ven en casa o en la escuela", señala. Defiende que el ejercicio físico se convierta en algo divertido, social y accesible para los niños, y subraya que no todos los niños aspiran a ser atletas empedernidos. Involucrar a los niños a través de programas escolares, equipos deportivos e iniciativas en línea puede sentar las bases de unos hábitos saludables para toda la vida.

2. Asociarse con los responsables de contratación para una preparación eficaz

Wilkins insta a más gimnasios a colaborar con los reclutadores locales y las instalaciones militares para ofrecer recursos a los jóvenes reclutas. Este compromiso militar proactivo puede lograrse ofreciendo afiliaciones gratuitas y aplicaciones de entrenamiento personalizadas para los reclutas que se preparan para el entrenamiento básico.

"No se trata sólo de proporcionar acceso a un gimnasio, sino también de ofrecer orientación", explica, refiriéndose a los riesgos de que reclutas sin formación utilicen preentrenamientos y bebidas energéticas sin conocer bien sus efectos.

3. Promover la alfabetización en materia de sueño y salud

La nutrición y el sueño son elementos que a menudo se pasan por alto en la preparación física y militar. Wilkins aboga por soluciones sencillas y gratuitas para mejorar la salud, como una mejor higiene del sueño.

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La industria del fitness puede desempeñar un papel esencial para asegurar el futuro de nuestra nación.

Cómo las comunidades locales, los padres y los entrenadores pueden promover la forma física de los jóvenes y cambiar la narrativa

Rob Wilkins, sargento mayor retirado de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. y defensor de la actividad física, ilustra cómo las comunidades locales pueden liderar la inversión de la crisis de inactividad física de Estados Unidos. Lo que empezó como un evento de un día en el condado de Loudoun (Virginia), el Día del Juego del condado de Loudoun, se ha convertido en la Semana del Juego del condado de Loudoun (LCWP), una semana de diversión, forma física y creación de comunidad.

Esta iniciativa de una semana de duración demuestra la estrecha colaboración entre las comunidades y los profesionales del fitness para fomentar la forma física y la preparación militar entre los jóvenes.

Por qué funciona LCWP:

  • El movimiento constituye la base de los procesos de aprendizaje de este programa y de la implicación de la comunidad.
  • Todos los niños tienen las mismas oportunidades a través de este programa, independientemente de sus capacidades y habilidades.
  • Crea hábitos de forma física duraderos que van más allá de un único evento o temporada.

explica Wilkins: "Tanto si corres como si caminas o animas, es nuestra oportunidad de reunirnos, llenarnos de energía y divertirnos".

¿Quiere crear su propia versión de LCWP?

  • Colabore como voluntario con organizaciones deportivas juveniles para que la actividad física sea accesible a todos los niños.
  • Asociarse con las escuelas para aumentar el acceso a programas de actividad física y deportiva.
  • Organice retos locales de fitness o "días de juego" para unir a las familias en torno a una diversión sana.
  • Fomentar el apoyo político a la educación física y a los programas extraescolares de acondicionamiento físico en las escuelas.

LLAMADA A LA ACCIÓN: El papel de la industria del fitness en la seguridad nacional

Los centros y profesionales del fitness tienen una oportunidad única de dar un paso al frente y ayudar a resolver este problema de seguridad nacional. He aquí cómo la industria del fitness puede tener un impacto duradero:

  • Asóciese con los reclutadores militares para ofrecer programas de acondicionamiento físico previos al alistamiento o clases de preparación para jóvenes reclutas.
  • Ofrecer a los veteranos vías de acceso al empleo proporcionándoles tutoría y funciones de liderazgo en organizaciones de fitness.
  • Poner en marcha iniciativas de preparación física para jóvenes a través de programas escolares y comunitarios centrados en la preparación militar y la salud en general.
  • Defender la legislación relacionada con el ejercicio físico, como la Ley PHIT, para mejorar el acceso a los recursos de actividad física.
  • Fomenten la educación sanitaria en sus comunidades con talleres sobre sueño, nutrición y prácticas seguras de ejercicio.

John Agoglia

John Agoglia es colaborador de Health & Fitness Business.