Aunque los objetivos que tienen las personas para apuntarse a los gimnasios son diversos, el control del exceso de peso es uno de los más frecuentes. Sabiendo que el ejercicio es el factor más importante para la pérdida de peso sostenida, pero que la adherencia es problemática, supervisé un programa de investigación aplicada entre 1994 y 2007 que tenía como objetivo, en primer lugar, comprender mejor el abandono del ejercicio y, a continuación, reducirlo sustancialmente. Al fin y al cabo, si no se aumentan las probabilidades de mantener el ejercicio, la pérdida de peso está condenada a fracasar más allá del corto plazo, como ha sucedido durante décadas. Aunque la pseudociencia no esté de acuerdo, perder y mantener el peso suficiente para influir en los riesgos para la salud ha sido extremadamente raro, con pocas señales de mejora utilizando los métodos habituales.
Un proceso para mantener el ejercicio
Después de publicar cientos de estudios científicos revisados por pares, cuatro libros y artículos adaptados a los profesionales del ejercicio y de la salud, surgieron varios hallazgos clave que se asociaron de forma consistente con la reducción del abandono de la tasa esperada del 50-60% durante los 3-6 meses iniciales. Fueron la base de un programa de apoyo al ejercicio regular. Algunos aspectos esenciales son los siguientes:
- Un proceso de fijación de objetivos a corto plazo es esencial para contrarrestar la decepción por la lentitud del progreso.
- La incorporación de una serie de habilidades de autorregulación, como el replanteamiento de los pensamientos negativos (es decir, la reestructuración cognitiva), la preparación para hacer frente a los contratiempos (es decir, la prevención de las recaídas) y el control de los estímulos conductuales positivos y negativos (es decir, el control de los estímulos) es crucial para contrarrestar las barreras del estilo de vida.
- Reforzar incluso las ganancias mínimas genera sentimientos de competencia (autoeficacia), especialmente cuando un participante ve lo bien que sus habilidades de autorregulación recién aprendidas superaron las barreras persistentes.
- Adaptar los regímenes de ejercicio para provocar sentimientos de energía y vigor después del ejercicio sirvió para "reforzar" el comportamiento. El seguimiento objetivo de los progresos en los estados de ánimo, como la ansiedad y la fatiga, a lo largo de semanas y meses también induce sentimientos de bienestar psicológico y persistencia.
- Facilitar el apoyo social es imprescindible, pero debe adaptarse cuidadosamente a los niveles de competencia de los participantes. Un participante desaconsejado colocado en un grupo demasiado avanzado provoca sentimientos de amenaza (a veces denominados "ansiedad física social").