En Estados Unidos, noviembre es un mes dedicado a la idea de dar las gracias. Incluso tenemos una fiesta nacional para recordarnos lo que agradecemos, como nuestra familia, amigos y seres queridos, o nuestra buena salud y felicidad.
Aunque el Día de Acción de Gracias recibe mucha atención, hay otro día festivo -el Día de los Veteranos- que nos recuerda que tenemos aún más que agradecer: nuestra libertad y aquellos que lucharon tanto por nosotros para mantenerla. Debemos nuestra gratitud a todo el personal en servicio activo y a los veteranos que sirvieron a este país y defendieron nuestros derechos, especialmente cuando regresan con efectos a veces adversos.
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una de las condiciones más comunes que afectan a los veteranos. Según el Centro Nacional para el TEPT, esta afección afecta aproximadamente al 7-8% de todos los estadounidenses, y algunas fuentes incluso estiman que el número de personas que viven con TEPT es mucho mayor, señalando que entre el 8 y el 12% de todos los adultos y entre el 13 y el 31% de los veteranos militares pueden desarrollar TEPT durante su vida.
Los gimnasios de todo el país están mostrando su agradecimiento ofreciendo clases y programas diseñados para ayudar a los veteranos a mejorar su salud y a controlar cualquier enfermedad crónica que puedan haber desarrollado como resultado de su tiempo en el servicio.