"El norte de Suecia tiene 24 horas de luz durante el verano y casi 24 horas de oscuridad durante los inviernos", dice la propietaria Annie Fältman. "Esto significa que los ciudadanos de Skellefteå están desesperados por pasar los cuatro meses que tenemos de verano y luz diurna al aire libre, y de ahí que la venta de abonos anuales sea un gran reto".
Un gran reto, sin duda. Pero Fältman y su equipo no han dejado que un poco de luz solar les detenga.
Persiguiendo la luz del día (y a los miembros)
El primer 360 Träningscenter (360T) abrió sus puertas en 2009 en Skellefteå, una pequeña zona urbana de unos 40.000 habitantes. Fältman bautizó el club con el nombre de un giro de 360 grados para representar su objetivo de ser "una solución completa para quienes eligen entrenar con nosotros."
"Sin embargo, no pretendemos ser la única solución", dice. "Creemos que todo ejercicio o actividad conduce a una mejor salud, ya sea con nosotros, caminando hacia y desde el trabajo, o jugando con sus hijos. Nuestro lema, 'Un poco mejor siempre', es algo que nuestros socios esperan notar tras un breve periodo de entrenamiento con nosotros."
Este enfoque parece haber tenido eco entre los consumidores locales, ya que 360T pudo abrir otros tres clubes en el competitivo mercado sueco. En los últimos años han aparecido varias cadenas de bajo coste en la región, lo que ha dejado a muchos clubes privados en una situación económica difícil, según Fältman.
"Nuestra estrategia ha consistido en mantener la coherencia de nuestro producto y nuestros precios para garantizar el crecimiento y la estabilidad", afirma. "Elegir principalmente las reinversiones en lugar de los préstamos a empresas ha mantenido nuestras finanzas estables a lo largo de los años y ha permitido que el negocio crezca de forma orgánica. Ofrecer un producto de primera calidad a los socios nos ha permitido mantener una alta tasa de retención de socios y la afluencia de nuevos socios."