Mayo es el Mes de la Concienciación sobre la Salud Mental, por lo que es el momento perfecto para recordar -y reforzar la noción- que el ejercicio puede ser clave para apoyar la salud mental.
Sabemos, por ejemplo, que las visitas al gimnasio son una herramienta para desarrollar la resiliencia psicológica. Los gimnasios ofrecen lugares en los que los socios pueden explorar una serie de opciones de movimiento que les proporcionan una gran sensación de control y agencia personal. Con cada visita, sus socios obtienen la recompensa inmediata de una autoestima más positiva y un mejor estado de ánimo. En consonancia con esta idea, una encuesta reciente ha revelado que el 78% de las personas que hacen ejercicio dicen ahora que el "bienestar mental y emocional" es su principal razón para hacer ejercicio.
La visita de cada miembro también ayuda a mejorar su nivel de fitness. Esto es importante porque los niveles altos de aptitud física protegen nuestra salud mental. De hecho, el nivel de forma física de una persona tiene una relación dependiente de la dosis con su riesgo de sufrir trastornos mentales. En comparación con las personas que tienen un alto nivel de forma física, las que tienen un nivel de forma física bajo o medio tienen un riesgo un 47% y un 23% mayor de sufrir trastornos mentales, respectivamente.