Cuatro años después, los efectos de la pandemia siguen influyendo en el grupo X. Aunque la participación en las clases del grupo X ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia, o se está acercando a ellos, los clubes no deben limitarse a mantener el piloto automático.
"La pandemia cambió definitivamente el grupo X, e incluso puede habernos hecho retroceder en algunos aspectos", afirma Anthony Wall, director senior de desarrollo de negocio global del American Council on Exercise (ACE). "Los operadores deben adaptarse para que sus programas sigan prosperando".
Esto significa que los gimnasios deben evaluar su cultura, su percepción del grupo X y cómo gestionan sus equipos. Dado que la dotación de personal sigue siendo un reto, los clubes y estudios también deben ser más intencionados en los esfuerzos de contratación y retención. Esto es especialmente importante, ya que los instructores veteranos se plantean la jubilación y la cantera es más pequeña e inexperta.
Dada la escasez de personal y la presión del coste de la vida, la remuneración no puede permanecer estancada en un sector cada vez más competitivo. Además, dado que la generación del milenio y la generación Z constituyen la mayor cohorte de nuevos socios, los gimnasios deben asegurarse de que su programación para el grupo X atrae a este grupo influyente y leal.
El CBI recurrió a algunos expertos del sector para conocer la evolución del grupo X y cómo los clubes pueden destacar hoy en día en esta programación imprescindible.