El 26 de noviembre de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un seminario web para anunciar sus tan esperadas Directrices 2020 sobre la actividad física y el comportamiento sedentario. Estas directrices sustituyen a las Recomendaciones Mundiales sobre la Actividad Física para la Salud de 2010, confirmando y ampliando las pruebas científicas presentadas en las directrices anteriores.
Mensajes clave de las nuevas directrices
1. La actividad física mejora la salud, ayudando a prevenir y controlar las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo 2 y el cáncer, reduciendo los síntomas de depresión y ansiedad, y mejorando el pensamiento, el aprendizaje y el bienestar. En los niños, la actividad física mejora la forma física, la salud cardiovascular, la salud ósea, la salud cognitiva, la salud mental y la reducción de la adiposidad.
2. Cualquier cantidad de actividad física es mejor que ninguna, y más es mejor. Ya no es necesario que la actividad física se realice en sesiones de 10 minutos o más para que cuente: cualquier movimiento, en cualquier lugar, es beneficioso, incluso si no alcanza los niveles recomendados.
3. Todos los tipos de actividad física cuentan y son beneficiosos, incluidos el ejercicio en el tiempo libre y el deporte, así como el transporte (como caminar, ir en bicicleta) y las actividades domésticas ligeras (como la jardinería).
4. Los ejercicios de fortalecimiento muscular -como la calistenia con el peso del cuerpo o el entrenamiento de resistencia- son buenos para todos y se recomiendan para todos los grupos, incluidos los mayores de 65 años.
5 . El tiempo sedentario ejerce efectos negativos sobre la salud, y las personas deben esforzarse por reducir el tiempo sedentario y sustituirlo por actividad física.
6. La actividad física es para todos y debe ser accesible para personas de todas las edades y capacidades. Estas directrices destacan específicamente la importancia de incluir a las personas con discapacidades y enfermedades crónicas y a las mujeres embarazadas y puérperas.