Una aplicación del MIT ayuda a las empresas a cuantificar el riesgo y la seguridad del COVID-19

Una de las mayores preocupaciones en torno al funcionamiento de los gimnasios durante el COVID-19 ha sido la posibilidad de transmisión por el aire y el mayor riesgo asociado a los espacios interiores. Sin embargo, los científicos reconocen cada vez más que no todos los espacios interiores son iguales. Un club de salud bien ventilado que aplique protocolos de seguridad no conlleva el mismo nivel de riesgo que un restaurante menos ventilado en el que los clientes comparten mesa con miembros ajenos a su hogar sin llevar máscaras.

Lea nuestro artículo sobre Comprender la ventilación, la propagación de COVID-19 y su gimnasio durante la pandemia de COVID-10 para aprender más sobre los protocolos de ventilación y filtración.

Para ayudarnos a comprender y cuantificar mejor los riesgos asociados a los espacios interiores, dos científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Martin Z. Bazant y John W. M. Bush, crearon un modelo de transmisión de COVID-19 en una habitación bien mezclada que tiene en cuenta una serie de variables. El modelo es la base de la aplicación de libre acceso y se ha construido sobre la base de modelos existentes de transmisión de enfermedades en el aire. Las variables del modelo incluyen:

• Dimensiones de la habitación
• Parámetros de ventilación, por ejemplo, índice MERV y cambios de aire
• Frecuencia respiratoria
• Actividad respiratoria, por ejemplo, hacer ejercicio, hablar, cantar
• Tipo de máscara y cumplimiento de la misma

La aplicación calcula el número de personas que pueden estar en un espacio determinado durante cierto tiempo antes de estar teóricamente expuestas al COVID-19. Los cálculos y las pruebas en que se basa la aplicación se describen en el artículo "A guideline to limit indoor airborne transmission of COVID-19", publicado ahora en Proceedings of the National Academy of Sciences.

Comprensión de los parámetros de riesgo y seguridad, pero sin garantías

Esta aplicación puede ayudar a los operadores de clubes a entender los diferentes factores modificables en sus instalaciones que pueden afectar a la seguridad de la COVID-19, y arrojar luz sobre el impacto que estos ajustes pueden tener. Por ejemplo, si no puede mejorar su filtro MERV o su edificio tiene una altura de techo baja, esta aplicación puede ayudarle a averiguar otros factores que puede ajustar para que su espacio sea lo más seguro posible. Cada edificio e instalación tendrá diferentes puntos fuertes inherentes y diferentes capacidades cuando se trata de actualizar la HVAC o aumentar el aire exterior. Por ejemplo, un pequeño estudio con poca altura de techo puede mejorar la seguridad aumentando el uso de máscaras. Un gimnasio con techos altos y una puerta de garaje tal vez no pueda actualizar su filtro MERV, pero puede abrir las puertas y ventanas para aumentar la circulación del aire exterior.

Sin embargo, esta aplicación no ofrece ninguna garantía o seguridad completa con respecto a la seguridad. Si el resultado muestra que 80 personas pueden estar en su establecimiento durante 75 minutos antes de que se produzca una exposición teórica, esto no garantiza que tener 80 personas en su club durante 75 minutos nunca dará lugar a una exposición al COVID-19. Por un lado, la aplicación asume que sólo una persona en una sala determinada está infectada. Si hay más de una persona infectada, la dinámica cambiaría de una manera que la aplicación no capta.

Ten en cuenta que la aplicación se basa en modelos y suposiciones y no es perfecta. Si proporciona un resultado que no tiene sentido -por ejemplo, un número de personas que puede ocupar el espacio superior a su código de incendios- compruebe que todos los datos introducidos son correctos. Los metros cuadrados deben limitarse al espacio de entrenamiento específico y no incluir las oficinas traseras, los vestuarios, etc. Las salas de ejercicio en grupo deben calcularse por separado de la planta principal del gimnasio.

Uso de la aplicación

La aplicación es sencilla y viene con un conjunto de instrucciones. Cabe mencionar que, dado que la aplicación asume que una persona es un transmisor, cuando se selecciona la actividad respiratoria -respiración fuerte o hablar en voz alta- se debe seleccionar esta opción si alguien puede estar haciéndolo. Para la mayoría de los gimnasios, esto significa que se debe seleccionar "hablar en voz baja" para tener en cuenta las conversaciones de los miembros y del personal. Si está evaluando una clase de ejercicio en grupo, seleccione "hablar" o "hablar en voz alta" dependiendo de si el instructor tendrá un micrófono. Incluso si el instructor es el único que habla, la suposición más segura es que podría ser la persona infectada.

Los clubes pueden utilizar esta aplicación para comprender mejor los factores de riesgo modificables asociados a su espacio, y para estimar cómo el ajuste de ciertos parámetros repercute en la capacidad y la seguridad relativa. La seguridad total es algo que nunca podemos garantizar: en medio de una pandemia, el riesgo nunca puede ser cero. Pero tenemos una serie de factores que ya están a nuestro favor -dimensiones del edificio, la posibilidad de llevar máscaras durante el ejercicio, la mejora de la ventilación y la filtración- que aumentan la seguridad relativa de los gimnasios en comparación con otros lugares cerrados.

Los clubes también pueden utilizar los resultados de la aplicación para ayudar a educar a los responsables políticos, a los socios y a otras partes interesadas sobre los protocolos de seguridad que el club está poniendo en marcha y su impacto en el riesgo relativo.

La "respiración pesada" podría no ser un riesgo tan alto como se suponía

Aparte de la aplicación, este documento proporciona otro hallazgo interesante: que la respiración intensa, que a menudo se utiliza para apoyar la suposición de que los gimnasios son intrínsecamente menos seguros que otros lugares, puede no ser de tan alto riesgo. Dos gráficos incluidos en el documento muestran el volumen de partículas de aerosol de distintos tamaños en el aire con el reposo, la respiración pesada y el hablar y cantar a distintos niveles. Con un tamaño medio de partículas de 2,6 micrómetros, la diferencia de concentración entre la respiración por la nariz (en reposo) y la respiración por la boca (más típica con el esfuerzo) es mínima.

A lo largo de esta pandemia, los clubes de salud han liderado la aplicación de protocolos de seguridad mejorados. Los clubes proporcionan un entorno relativamente seguro y controlado para que las personas se mantengan físicamente activas y tengan un respiro del aislamiento. A la luz de las nuevas pruebas de que la capacidad de hacer ejercicio puede estar relacionada con un menor riesgo de hospitalización por COVID-19, es vital contar con un lugar de menor riesgo para mejorar la salud y la forma física.