Desde su fundación por Paul Kuo en 1977, SportsArt ha estado impulsada por una misión y una visión que van más allá de la fabricación de equipos de fitness. Lo que comenzó como un impulso para producir equipos capaces de utilizar menos energía -y luego realmente producir energía- se convirtió en una filosofía construida en torno a la sostenibilidad. Al producir sus máquinas en una instalación totalmente sostenible, que forma parte de lo que el fabricante denomina su "Campus de Impacto Verde", la cultura de SportsArt es sólo la punta del iceberg de su visión.
"En SportsArt, nos centramos en sacar al mercado productos y tecnologías bellos, inteligentes e innovadores que desempeñen un papel en el mantenimiento de la salud del planeta y de sus habitantes", afirma Rubén Mejía, vicepresidente ejecutivo para América de SportsArt. "Creemos que servir a los demás es más importante que recompensarnos a nosotros mismos. También creemos en el apoyo a nuestras comunidades locales y globales a través de nuestro tiempo, talentos y donaciones caritativas."
Aves de pluma
En el pasado, hemos escrito sobre el éxito que han tenido los clientes de SportsArt a la hora de reducir tanto su consumo de energía como su huella de carbono. Rubén está comprobando que la empresa atrae cada vez más a clientes que no solo están de acuerdo con su objetivo de reducir la energía, y los beneficios que ello conlleva, sino con su visión global de la administración del planeta.
"De hecho, el mayor éxito lo encontramos con clientes de ideas afines, porque podemos combinar fuerzas para dejar el mundo mejor que como lo encontramos", explica. "Muchos saben que sus instalaciones son una plataforma; un medio para formar realmente parte del tejido de sus comunidades y más allá".
Rubén ofrece los siguientes ejemplos de clientes para ilustrar su punto de vista.
Poner en marcha la recuperación
Tras sufrir una lesión en la médula espinal que la dejó paralizada, Natalie Barnhard, natural de Buffalo (Nueva York), buscó programas que pudieran ayudarle en su recuperación. Al no encontrar lo que necesitaba en Búfalo, se fue a Atlanta, GA, para obtener los servicios que necesitaba. Cuando regresó a Búfalo, estaba decidida a encontrar una forma de ayudar a otras personas con dilemas como el suyo.