Como sabemos, en pocos años los smartphones han cambiado el mundo. Los teléfonos inteligentes se han convertido en una herramienta tan importante para el trabajo y el ocio que parece imposible vivir sin uno.
Los datos de la investigación lo expresan con mayor crudeza. Casi una cuarta parte de los consumidores encuestados (23%) afirma que estaría más dispuesto a vivir sin uno de sus cinco sentidos antes de deshacerse definitivamente de su teléfono. El mismo informe reveló que 1 de cada 10 millennials preferiría perder un dedo antes que renunciar a su smartphone.
Aunque nos gusta quejarnos de que los smartphones son una distracción constante, vemos estos dispositivos como liberadores, no como opresores. Según Pew, el 70% de los estadounidenses asocian sus smartphones con la palabra "libertad" más que con "correa".
Estas estadísticas, junto con nuestras propias experiencias, nos dicen mucho sobre la naturaleza humana y el comportamiento del consumidor. En pocas palabras, no hay vuelta atrás. Una vez que los consumidores se acostumbran a utilizar aparatos de alta tecnología, no se conforman con nada menos. Después de usar un teléfono inteligente, nunca volverás a un teléfono plegable.