Tras registrar cifras récord en 2019, el sector de los gimnasios en Estados Unidos tuvo un comienzo prometedor el año pasado. Nadie habría imaginado que para la primavera, prácticamente todos los gimnasios y estudios estarían cerrados.
La pandemia se cobró un duro tributo a los operadores de gimnasios, a los empleados y a los consumidores. Y es posible que el sector tarde años en recuperarse de los daños.
Cinco indicadores hablan de la marca indeleble que COVID dejó en la industria el año pasado:
- Los ingresos del sector se desploman un 58%.
- El 17% de los gimnasios cerraron permanentemente en EE.UU.
- Ocho grandes empresas de fitness se declaran en quiebra
- Más de un millón de empleados del sector perdieron su empleo
- Los estadounidenses carecen de acceso a sus puntos de venta de fitness y salud
Los ingresos del sector se desploman un 58% en 2020
La IHRSA estima que el sector perdió 20.400 millones de dólares en 2020, justo un año después de generar un máximo histórico de 35.000 millones de dólares en ingresos. Estas pérdidas representan un descenso de los ingresos del 58%. Solo en abril y mayo, el sector perdió 5.500 millones de dólares en ingresos.