Hay un viejo chiste que cuenta el legendario matemático británico Alan Turing, interpretado por el actor Benedict Cumberbatch, en la película The Imitation Game. Dice así:
Hay dos personas en [el bosque] y se encuentran con un oso. La primera persona se arrodilla para rezar; la segunda empieza a atarse las botas. La primera persona le pregunta a la segunda: "Mi querido amigo, ¿qué estás haciendo? No puedes correr más que un oso". A lo que la segunda persona responde: "No tengo que hacerlo. Sólo tengo que correr más que tú".
Puede que hayas oído alguna otra versión de esta fábula (hay una sobre un tigre y unas zapatillas de tenis), pero la lección es la misma: para competir, necesitas las herramientas necesarias para dejar atrás a la competencia. Y aunque las consecuencias de fracasar no son tan sombrías como convertirse en el almuerzo de un oso, a veces puede parecerlo.
Como pionero de la informática hace décadas, Turing comprendió el poder potencial de la programación informática para impulsar todos los aspectos de los logros humanos. Ahora lo estamos viendo en tiempo real, acelerado por avances como la inteligencia artificial y la potente tecnología móvil.
Como propietarios de un club, no pueden quedarse atrás mientras el oso gana velocidad. Eso significa conectarse a la última tecnología. Necesitas un software de gestión de la relación con los clientes (CRM) que optimice tu capacidad para impulsar las ventas, produzca informes financieros, gestione la facturación, se mantenga al tanto de los análisis y ofrezca otras funciones esenciales para el crecimiento.
Con la proliferación de tantos proveedores de software de CRM en estos días, puede estar confundido sobre lo que debe buscar. En primer lugar, hay que entender por qué un operador de gimnasios necesita un sistema de CRM sólido y completo.