Ninguna industria está al margen del zeitgeist. Las tendencias arraigadas en el activismo y la conciencia social pueden tener efectos de gran alcance en las empresas, lo quieran o no. Pregúntale a un vendedor de ropa por sus ventas de pieles, por ejemplo.
Rara vez hay una forma perfecta de combinar una causa social o política con un plan de negocio que no cree divisiones. Tomar partido puede ser ejemplar pero también excluyente. Dejando a un lado las creencias personales, ¿por qué iba a arriesgarse un empresario?
Para José Avina, fundador de Sacramento Eco Fitness, la elección fue fácil. El club de Avina abrió sus puertas el pasado mes de diciembre con un énfasis en la tecnología de energía limpia "eco-power". Estas máquinas, que por lo demás son equipos de gimnasio estándar de alta calidad, no utilizan energía de la red eléctrica existente: crean energía cuando la utilizan los socios del club, que a su vez alimenta la electricidad del club.
Según Avina, este concepto de energía sostenible atrae a múltiples grupos demográficos, especialmente a los millennials, un grupo de edad al que el sector de los gimnasios ha tenido algunas dificultades para atraer.
"La respuesta ha sido fenomenal", dice. "Nuestra misión es ser capaces de producir suficiente electricidad para compensar nuestros costes y los de las empresas de nuestro entorno. Así que eso en sí mismo es una enorme motivación para los individuos".
Los planes de afiliación de Avina van desde 80 dólares al mes en adelante, pero por lo que ha visto en sus pocos meses de funcionamiento, el coste no es un obstáculo.
"Hemos preguntado a los nuevos socios de dónde vienen y dónde hacían ejercicio antes", dice. "Muchos particulares están renunciando a los gimnasios más baratos de las grandes cadenas sólo porque quieren reducir su huella de CO2. Están dispuestos a pagar más. Saben que sus acciones cotidianas pueden afectar al medio ambiente. Para ellos, no es un abono más".
Un concepto que se comercializa a nivel mundial
En estos momentos, Sacramento Eco Fitness está a la cabeza y está llamando la atención en todo el mundo. El club de Avina ha sido objeto de atención internacional, a través de la televisión, la radio y los medios de comunicación impresos y digitales, habiendo sido reseñado en la revista Forbes y otros importantes medios.
"Recibo llamadas del extranjero para obtener más información sobre el gimnasio", dice. "También he recibido mucha cobertura local. Sólo he tenido que gastar 150 dólares en marketing".
Avina admite que California, un estado que ha adoptado algunas de las protecciones medioambientales más estrictas, es un lugar ideal para un gimnasio ecológico, pero el operador de un club tiene que asegurarse de que los socios estén incentivados más allá del concepto básico.
Todavía tienes que ofrecer una gran experiencia de entrenamiento.
"Con nuestras máquinas tendrás el mismo entrenamiento que con cualquier otro equipo", dice. "Normalmente la gente compite por las calorías quemadas. Podemos hacerlo, pero ahora somos capaces de calcular y mostrarles cuántos vatios producen al quemar calorías."
Tanto si te inclinas por la conciencia ecológica como si no, el uso de equipos ecológicos sirve para ahorrar energía y, dependiendo de la zona, los propietarios de los clubes también pueden beneficiarse de incentivos fiscales por llevar un negocio sostenible.