Con toda la atención que se presta al acceso a la programación, a la disposición física a distancia y a la higienización, a veces puede perderse un mensaje clave en torno a la comunicación con los afiliados. Ahora, más que nunca, la empatía y la capacidad de escuchar activamente son fundamentales para garantizar a los socios que se les ofrece un espacio seguro.
"Como propietario de un club, su objetivo número uno debe ser entender a sus socios", dice Michael Sorensen, autor de Te escucho: La sorprendente y sencilla habilidad que hay detrás de las relaciones extraordinarias. "Con toda la incertidumbre de la vida actual, es especialmente importante entender sus preocupaciones y expectativas, para que pueda estar seguro de que sus políticas y salvaguardias abordan las preocupaciones de los clientes y los empleados, y también asegurarse de que su comunicación de esas políticas es eficaz."
Esa comprensión, dice, empieza por escuchar y preguntar activamente a los afiliados cuáles son sus problemas.
"Si asumes que todo el mundo está preocupado por el coronavirus y haces todo lo posible por mantener tu club limpio, eso está muy bien", dice Sorensen. "Pero, ¿qué otras preocupaciones pueden hacer que los socios no vuelvan? ¿Ha preguntado? ¿Y si un gran grupo de su clientela se queda en casa no porque les preocupe enfermar, sino porque sus hijos están atrapados en casa todo el día? ¿Y si muchos de ellos han perdido su trabajo o están pasando por dificultades económicas? Descubrir estas preocupaciones más profundas es esencial para el éxito de la reapertura".