Todo el mundo debería tener acceso a un gimnasio. Pero algunas zonas del país, en mercados pequeños y medianos, están desatendidas con opciones limitadas en cuanto a la elección de instalaciones de fitness.
La economía de abrir un club en una comunidad con baja densidad de población no tiene sentido para muchos empresarios del fitness. El negocio ya es lo suficientemente difícil sin la presión añadida de reclutar a un grupo limitado de clientes potenciales.
Un análisis basado en la investigación de la Manual de Negocios de Clubes de Salud de la IHRSA dice que hay cuatro factores que destacan a la hora de atraer nuevos socios a su club.
- Densidad de población: son preferibles los mercados de más de 60.000-100.000 habitantes.
- Tiempo de viaje: Los mercados competitivos funcionan mejor con no más de ocho minutos de viaje para el mercado primario, 12 minutos para el mercado secundario para llegar al club.
- Ingresos de los hogares: Cuando los ingresos del hogar son inferiores a 25.000 dólares, sólo 1 de cada 14 personas (7,2%) es socio de un club de salud.
- Nivel educativo: En general, cuanto mayor sea el nivel educativo de los habitantes de la comunidad, mayores serán los índices de penetración en el mercado de los clubes que prestan servicio en ese mercado.
Atraer a más afiliados en cada comunidad puede ser más fácil en un futuro próximo. La Cámara de Representantes de EE.UU. aprobó el 25 de julio la ley PHIT (Personal Health Investment Today), con lo que esta nueva iniciativa fiscal está más cerca de convertirse en ley. La ley PHIT permite a los ciudadanos utilizar cuentas de ahorro antes de impuestos para pagar las cuotas de los gimnasios. Esto supondrá un impulso definitivo para los clubes de los mercados más pequeños o de cualquier zona con dificultades económicas. También ayudará durante las inevitables caídas del mercado.
Pero, con o sin el incentivo de PHIT, ¿cómo pueden los clubes de salud tener éxito en las comunidades más pequeñas?