"El desafío inmediato es que los operadores y los proveedores se unan para establecer un conjunto de normas antes de que las influencias externas las dicten a nuestra industria", dice Al Noshirvani, el presidente de Motionsoft, Inc, el proveedor de software con sede en Rockville, MD, que organiza una cumbre tecnológica el próximo mes. La Cumbre Tecnológica de Motionsoft de 2018 tendrá lugar del 3 al 5 de octubre en el hotel LINE DC de Washington, D.C.
Apple, Google o Samsung, por ejemplo, podrían imponer normas a través de productos como el Apple Gym Kit, que permite al Apple Watch "hablar" con los aparatos de gimnasia. Recientemente, las grandes entidades tecnológicas han mostrado un gran interés por los sectores del fitness, el bienestar y la salud.
Para evitar que fuentes ajenas a la industria dicten las normas de datos de los clubes, Noshirvani ha contribuido a crear el consorcio Active Lifestyle Industry Data (ALID), cuyo objetivo es formular dichas normas. El grupo estará formado por directivos de clubes, proveedores de tecnología y fabricantes de equipos, y contará con la ayuda del Consejo Asesor de Innovación y Tecnología de la IHRSA.
La ALID está organizada en forma de seis subgrupos: los grupos de trabajo de Hoja de Ruta, Desarrollo Empresarial, Normas y Gobernanza, Fabricantes, Operadores de Clubes y Normas de Datos.
El grupo de Operadores de Clubes, por ejemplo, recopilará información de los operadores sobre las normas relativas a los datos de los socios, el uso de los equipos, la actividad física y los servicios relacionados. Este grupo está dirigido por Ray O'Connor, director general del Wisconsin Athletic Club, en Milwaukee, WI, y miembro de la junta directiva de la IHRSA.
¿Por qué es importante la iniciativa ALID?
Todo se reduce a un viejo axioma: Regúlate a ti mismo antes de que otro te regule a ti. Al hacerlo, se maximiza la probabilidad de que las normas resultantes sean claras, uniformes, ampliamente aplicables, fiables y eficientes; que protejan todos los datos; que proporcionen a los socios del club nuevos servicios y mejoren su experiencia; y que mejoren la eficiencia organizativa de los operadores, ahorrando tiempo y dinero, por no hablar de los dolores de cabeza.
"Las influencias externas están ansiosas por controlar nuestro funcionamiento", advierte Rick Caro, fundador y presidente de Management Vision, Inc. una consultora de Nueva York. "Ese control suele traducirse en soluciones tecnológicas más caras para los clubes y más gravosas para los socios. Operadores y proveedores deben unirse para impedir que las grandes corporaciones dicten unas condiciones comerciales que nuestro sector no puede permitirse."