Influir en la legislación puede parecer una tarea de enormes proporciones, pero organizar una jornada de cabildeo en el capitolio de su estado o en Washington, D.C., con un grupo diverso de defensores puede amplificar su mensaje y tener un impacto significativo en un solo día.
Este artículo tratará:
- Lo que es un día de lobby,
- Cuándo programar un día de recepción,
- A quién debes llevar,
- Materiales necesarios, y
- Organizar una jornada virtual de lobby.
¿Qué es un día de presión?
Los días de cabildeo son una oportunidad para llevar a los electores al capitolio estatal para que se reúnan con sus legisladores cara a cara en nombre de los asuntos que usted elija para ellos. Cualquier persona involucrada en el sector puede participar en una jornada de cabildeo, trayendo a las reuniones a operadores de clubes, empleados o defensores de las bases.
En una encuesta realizada por la Congressional Management Foundation, los empleados del Congreso coincidieron de forma abrumadora en que "las interacciones directas con los electores tienen más influencia en las decisiones de los legisladores que otras estrategias de promoción". Más del 90% del personal de la encuesta dijo que una visita en persona de un elector tendría "algo" o "mucho" de influencia en un legislador indeciso. Pasar un día en la casa del estado permite a su organización difundir su mensaje a muchos funcionarios, a menudo reuniéndose con docenas de oficinas legislativas en un día.
¿Cuándo se debe programar el día del lobby?
La elección de la fecha de la jornada de presión es una parte importante del proceso de planificación. El objetivo de la jornada de cabildeo es conseguir reuniones con el mayor número posible de legisladores (o personal), por lo que conviene planificarla con mucha antelación, ya que las agendas de los funcionarios electos se llenan rápidamente.
Su jornada de cabildeo también debe tener en cuenta el calendario legislativo de su estado. No todos los estados están en sesión a lo largo del año, y la legislatura debe estar en sesión para que su día de cabildeo tenga el mayor impacto posible. Además, si se trata de un proyecto de ley o de un grupo de proyectos de ley en particular, se debe intentar programar la jornada de cabildeo poco antes de que se produzcan acontecimientos importantes en la vida del proyecto de ley, como audiencias o votaciones en el pleno.