Richard Beddie, vicepresidente del Consejo Asesor de la Global Health & Fitness Alliance (GHFA), ha sido nombrado miembro de la Junta Directiva de IHRSA como representante de la GHFA. Como actual CEO de Exercise New Zealand, Richard se une a los representantes de la National Health & Fitness Alliance y del Industry Partner Advisory Council.
Profesional del fitness desde 1995, Richard es un antiguo propietario de club que vendió su última propiedad en 2008. Desde entonces, ha dedicado su carrera a ampliar el alcance de la industria del fitness en su país natal, Nueva Zelanda, y en diversas organizaciones internacionales, como la Confederación Internacional de Profesionales del Ejercicio.
Como miembro inaugural de la GHFA, Richard prestará ahora su voz a la comunidad mundial del fitness en la Junta de la IHRSA.
Hace poco nos reunimos con Richard para que nos diera su opinión sobre los retos a los que se enfrenta el sector internacional de la salud y el fitness.
CBI: ¿Cuáles cree que son los grandes retos de la GHFA?
Richard Beddie: Lo que fue realmente útil para la GHFA en los dos últimos años fue el informe de Deloitte, Salud económica y bienestar social: Cuantificación del impacto del sector mundial de la salud y el fitness. Como industria, puede que no seamos económicamente grandes, pero somos importantes para el impacto económico global debido a los beneficios del ejercicio.
La realidad es que COVID demostró que nuestro mayor problema es que no se nos reconoce como parte del continuo sanitario. Se nos veía como un proveedor de servicios recreativos y, en el peor de los casos, se nos trataba igual que a los bares y restaurantes. De cara al futuro, la GHFA tiene que tener claro que necesitamos invertir para obtener resultados positivos para nosotros a nivel mundial.
CBI: Teniendo en cuenta las diferencias entre las naciones que usted representa, ¿cómo puede la industria convertirse en una parte más activa de la atención sanitaria continua?
RB: Durante muchos años, el sector se ha centrado sobre todo en la transformación corporal. No hay nada malo en ello -siempre digo que sigue teniendo su lugar-, pero ahora tenemos que demostrar al sector sanitario que tenemos una norma común.